La mayoría de los adolescentes del país no se ejercita lo suficiente
Por American Heart Association News
Con la explosión de los teléfonos inteligentes, los adolescentes han aprendido a desplazarse en las aplicaciones y a escribir rápidamente usando sólo sus pulgares. Pero el resto del cuerpo permanece lamentablemente inactivo y los efectos de eso serán de gran alcance.
Sólo 1 de cada 4 estudiantes de secundaria (high school) obtienen las cuatro horas de actividad física diaria recomendada, de acuerdo con las estadísticas de la American Heart Association. La culpa parcial la tiene el tiempo dedicado a las pantallas, así como el declive en los programas de educación física escolar, dicen los expertos. Los adolescentes se están perdiendo los beneficios de salud que aporta el ejercicio, los cuales van desde un corazón más fuerte hasta una mejor salud mental.
"Los chicos físicamente activos tienden a ser menos obesos y a tener menos probabilidades de desarrollar hipertensión, diabetes y enfermedades cardíacas. También logran un mejor bienestar mental", dijo la Dra. Geetha Raghuveer, cardióloga pediátrica en Children's Mercy de Kansas City, Missouri. "La actividad física es una parte importante de la vida de un niño".
Las pautas federales recomiendan que niños y adolescentes de 6 a 17 años hagan por lo menos una hora de actividades diarias, de moderadas a vigorosas; y, que, por lo menos tres veces por semana, esa hora incluya actividades más intensas para mantener fuertes tanto músculos como huesos.
En años pasados, Raghuveer dijo, los niños eran más propensos a subirse a sus bicicletas o jugar baloncesto. Hoy en día, la actividad de recreo estándar es subirse a internet.
"Ahora no se trata únicamente de televisión y videojuegos, también existen muchas plataformas de medios sociales", agregó. "Es demasiado tiempo en tabletas, computadoras y teléfonos con Facebook y Twitter. Además de tanto tiempo sentados, están los efectos negativos que esto tiene sobre la salud".
Un estudio publicado en 2015 en Experimental Physiology encontró que niñas tan chicas como de 7 años desarrollaban cambios en el flujo sanguíneo con solo estar sentadas tres horas sin interrupción.
El ejercicio no solo quema calorías y azúcar, sino que también baja la presión sanguínea y el colesterol. También mantiene sano al corazón ayudando a que las arterias se dilaten con mayor facilidad.
Los beneficios físicos solo son parte de la historia, dijo Raghuveer. El ejercicio también puede mejorar la salud mental.
"La actividad física es importante para mantener la salud psicológica de los niños", comentó. "Hay muchos beneficios aparte de los relacionados con el corazón".
Un estudio reciente en The Lancet Psychiatry encontró que chicos de 12 años que se ejercitaron todos los días durante 60 minutos sólidos, tuvieron una reducción promedio del 10% en cuanto a padecer depresión a los 18 años.
Los investigadores ahora estudian los efectos negativos que presentan los medios sociales en cuanto al tiempo de ejercicio. De acuerdo con un estudio de 2019 publicado en The Lancet Child and Adolescent Health, las redes sociales se vincularon no solo con la vulnerabilidad y el ciberacoso, sino en la desorganización del sueño y la falta de actividad física, sobre todo en las niñas.
Y, no solo son las pantallas las que mantienen sedentarios a los adolescentes. Muchas escuelas han limitado o eliminado sus programas de educación física debido a problemas de financiamiento y por enfocarse mayormente en las calificaciones de las pruebas estandarizadas. Y, aunque tengan programas, las clases de educación física solo proporcionan 10-20 minutos de ejercicio adecuado.
A pesar de todo, definitivamente existen formas de sobrepasar los obstáculos. Las escuelas pueden implementar medidas para reducir el largo tiempo de estar sentados. Pueden hacer que los chicos trabajen de pie, establecer recesos para moverse o proporcionar configuraciones flexibles para sentarse, quizás una pelota de ejercicio en lugar de una silla, dijo Bethany Gibbs, profesora asistente de salud y actividad física de la Universidad de Pittsburg.
"De hecho, programar recesos cortos para ponerlos activos mejora la productividad y la concentración", agregó.
En casa, los padres pueden fomentar que sus hijos sean más activos al limitar el tiempo de pantalla y asignándoles quehaceres como arreglar el jardín, dijo Gibbs. Cambios pequeños como programar una salida al boliche con toda la familia, en lugar de ir al cine, pueden hacer una diferencia.
Gibbs también indicó que las tecnologías que se colocan en el cuerpo también pueden ayudar, siempre y cuando las personas escuchen y obedezcan los recordatorios de actividad.
Todo el movimiento cuenta, incluso subir por las escaleras en lugar del elevador. "Eso significa que no necesariamente se tiene que programar un largo tramo de tiempo para hacer ejercicio". Aunque no sea igual que una sesión completa de ejercicio, levantarse y moverse después de estar sentado un buen rato puede aumentar el flujo sanguíneo en las piernas y acelerar el ritmo cardíaco.
"Hacer ejercicio es importante, pero tenemos 16 horas adicionales durante el día", dijo Gibbs. "Necesitamos encontrar maneras para movernos un poquito más".
Si tiene una pregunta o un comentario sobre este artículo, por favor mande un correo electrónico a [email protected].