Los pacientes negros siguen teniendo menos posibilidades de trasplante de corazón
Por Thor Christensen, American Heart Association News
Las personas de raza negra que necesitan un nuevo corazón tienen menos probabilidades de recibir un trasplante que sus contrapartes de raza blanca, y cuando lo hacen, tienen más probabilidades de morir posteriormente, según una nueva investigación.
En el estudio publicado el miércoles en el Boletín de la American Heart Association, los investigadores analizaron el efecto de los cambios que se efectuaron en 2018, y cómo los trasplantes se reparten con el fin de ampliar su disponibilidad.
Ese año, la United Network for Organ Sharing, o UNOS, (Red Internacional de Distribución de Órganos, en español) actualizó su sistema de asignación, esforzándose para mejorar el acceso a los órganos entre los pacientes más enfermos y reducir las disparidades raciales y regionales. El antiguo sistema creaba tiempos de espera más largos para las personas de ciudades diversas y muy pobladas, lo que podía afectar de forma desproporcionada a los beneficiarios negros e hispanos.
La evidencia de esta situación se informó durante la conferencia de Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón en 2018. En las investigaciones preliminares se sugirió que, entre 2005 y 2016, los pacientes negros tuvieron tiempos de espera más largos para un trasplante de corazón comparados con otros grupos raciales y étnicos.
Para el nuevo estudio, los investigadores analizaron las características de los receptores de corazón y los resultados de 32.353 personas que abarcan alrededor de una década de datos de la UNOS para el periodo entre 2011 y 2020. Descubrieron que desde que el nuevo sistema de asignación de trasplantes comenzó en 2018, los pacientes negros, hispanos y blancos en general estuvieron menos tiempo en las listas de espera y tuvieron mayores posibilidades de recibir un corazón.
Sin embargo, ciertas disparidades raciales se mantuvieron en pie.
En comparación con sus homólogos blancos, los pacientes negros seguían teniendo probabilidades un 10% menores de recibir un trasplante. Los investigadores también descubrieron que los pacientes negros tenían un riesgo mayor en 14% de fallecer tras el trasplante durante el periodo de 10 años, en comparación con los pacientes blancos.
"Puede que estemos moviendo la aguja hacia una mayor equidad, pero, al mismo tiempo, aún nos queda trabajo por hacer para alcanzar el objetivo de ofrecer un trasplante de corazón de forma equitativa a todos los pacientes que lo necesiten", dijo el Dr. Sounok Sen, coautor del estudio.
Debido a que el estudio fue observacional, fue imposible señalar las razones exactas de las disparidades raciales, dijo Sen, cardiólogo y profesor asistente de la Facultad de Medicina de Yale en New Haven, Connecticut. El estudio también plantea la cuestión de los prejuicios raciales entre los profesionales de la medicina, dijo Sen.
"Eso es algo que sabemos que existe en todo el mundo. Nos debemos cuestionar detalladamente si eso también está afectando a los trasplantes", dijo. "Tenemos que examinar más detenidamente cada uno de nuestros programas, tanto individualmente como a nivel regional".
Sen dijo que tiene la esperanza de que las nuevas tecnologías amplíen el acceso y mejoren las tasas de éxito de los trasplantes para todos. Señaló que "los sistemas médicos especializados en trasplantes de órganos, a menudo descritos como un 'tiendas de corazones', podrían ampliar el plazo de viabilidad del corazón del donante y permitirnos viajar más lejos para obtener órganos adecuados".
Añadió que otra opción prometedora es el trasplante de "donación tras muerte por paro cardiorrespiratorio", o trasplante posterior a muerte cardíaca (donation after cardiac death, DCD, en inglés). Estos suceden cuando un donante registrado no está oficialmente en muerte cerebral, pero tiene una lesión neurológica devastadora y no sobrevivible y se le retira el soporte vital con la aprobación de la familia. Se espera que el trasplante posterior a muerte cardíaca aumente sustancialmente la reserva de donantes en el futuro.
El Dr. Errol Bush, que no participó en la investigación, dijo que era el primer estudio que evaluaba los cambios en las disparidades raciales desde que la UNOS actualizó el sistema de asignación. Dijo que los resultados muestran que sigue existiendo un "racismo sistémico" cuando se trata de trasplantes de corazón.
"Al destacar estas disparidades en la atención médica, los médicos y los responsables políticos pueden entablar un diálogo, apoyar las investigaciones y desarrollar y aplicar soluciones para reducirlas", dijo Bush, profesor asociado de cirugía y director quirúrgico del programa de Enfermedades Pulmonares Avanzadas y Trasplante de Pulmón de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
Asimismo, añadió que la nueva investigación subraya la necesidad de lograr la equidad en el mundo de los trasplantes de corazón.
Las comunidades que históricamente se han visto afectadas por el racismo sistémico "pueden necesitar más recursos para desenvolverse en el complejo sistema de la atención médica ... al tiempo que se comprometen a prestar una atención más cuidadosa", dijo Bush.
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