Los niños también pueden tener presión arterial alta. Esto es lo que hay que saber.

Por Laura Williamson, American Heart Association News

adamkaz/iStock a través de Getty Images
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La presión arterial alta, a veces llamada "el asesino silencioso" porque puede dañar gravemente el corazón y el cerebro antes de la aparición de los síntomas, es común en los adultos.

Pero, ¿qué pasa con los niños?

Entre los niños y adolescentes de Estados Unidos, hasta el 5% de ellos tiene presión arterial alta –también conocida como hipertensión– y una cifra tan alta como el 18% tiene presión arterial elevada, según un comunicado científico de la American Heart Association publicado recientemente en su revista Hypertension.

Hasta hace poco tiempo, los expertos médicos no se enfocaban en la hipertensión como un problema de la niñez, dijo la Dra. Bonita Falkner, quien dirigió el comité de redacción del comunicado. De hecho, ni siquiera estaban seguros de cómo diagnosticar la hipertensión en los niños y no era algo que buscaban a menos que el niño padeciera de una afección subyacente, como enfermedad renal, que podría causar una elevación de los niveles de la presión arterial.

"La medición de la presión arterial en niños sin síntomas no era algo habitual, así que se requirió cierto tiempo para determinar qué era lo normal y qué no", dijo Falkner, profesora emérita de medicina y pediatría en la Universidad Thomas Jefferson, en Filadelfia.

Falkner dijo que las preocupaciones sobre la hipertensión infantil han aumentado a medida que los niveles de obesidad en los Estados Unidos han alcanzado niveles alarmantes. Tener sobrepeso y no realizar suficiente actividad física son factores de riesgo importantes para la hipertensión, junto con una mala alimentación.

"Muchos de los mismos factores que causan hipertensión en los adultos también lo causan en los niños", dijo el Dr. Andrew Tran, director de cardiología preventiva en el Heart Center del Nationwide Children's Hospital en Columbus, Ohio.

Durante las últimas tres décadas, la obesidad infantil en Estados Unidos se ha duplicado, hasta cerca del 20% según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los niveles de actividad física se han mantenido bien por debajo de las directrices federales: solo una quinta parte de los niños entre 6 y 17 años realizan los 60 minutos recomendados de actividad física diaria, y los niveles de actividad disminuyen a medida que los niños crecen. Además, según los CDC, los niños más pequeños en Estados Unidos no cumplen con las directrices federales sobre ingesta de frutas y verduras, mientras que regularmente consumen bebidas azucaradas.

Ciertas afecciones, como defectos cardíacos y enfermedad renal, también pueden hacer que la presión arterial aumente en los niños.

Desarrollar presión arterial alta en la niñez es algo especialmente preocupante, dijo Tran, porque entre más tiempo la presión arterial permanece alta, mayores son los riesgos al corazón y a los vasos sanguíneos en los órganos principales, como el cerebro y los riñones.

"Sabemos que los niños que tienen presión arterial alta también tienden a tenerla de adultos", dijo Tran, quien fue coautor del reciente informe de la AHA.

Desde hace largo tiempo, las investigaciones han establecido un vínculo entre la presión arterial alta en los adultos y un mayor riesgo de problemas, como ataques cardíacos, derrames cerebrales y enfermedad renal. Los umbrales para el diagnóstico de la presión arterial alta se basan en estos datos. En los adultos, la presión arterial se considera alta si los niveles sistólicos (el número superior) son de 130 mmHg o más, o si los niveles diastólicos (el número inferior) son de 80 mmHg o más altos. La presión arterial normal en las personas adultas es inferior a 120/80 mmHg.

En el caso de los niños, hasta hace poco se carecía de datos que vincularan los niveles de presión arterial con eventos cardiovasculares posteriores. Pero en los últimos años se han publicado estudios que proporcionan creciente evidencia de que la presión arterial alta en la niñez puede causar daño cardiovascular a los pocos años e incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular en la adultez. Tomando como base estos datos, el nuevo informe de la AHA define la presión arterial alta en los niños de 13 años y mayores mediante los mismos umbrales utilizados para los adultos.

"Ahora tenemos evidencia de que los niños con hipertensión tienen agrandamiento del corazón y endurecimiento de los vasos sanguíneos", dijo Falkner. "Hay señales de que la presión arterial alta está teniendo un impacto adverso en el niño".

En los niños menores de 13 años, se diagnostica hipertensión si la presión arterial sistólica, o la diastólica, están en el percentil 95 o por encima del mismo, lo cual significa que el 95% de los niños de la misma edad, sexo y estatura tienen una presión arterial más baja. La presión arterial normal se define como aquella que está por debajo del percentil 90.

Las mediciones de la presión arterial en un niño se realizan de la misma forma que en un adulto. El niño debe estar sentado en una habitación tranquila y en reposo por tres a cinco minutos antes de tomar una lectura. Sus pies deben estar planos sobre el suelo y su espalda apoyada. El niño no debe tener distracciones, como dispositivos digitales, y tampoco debe hablar mientras se toma la lectura.

Las directrices de la American Academy of Pediatrics indican la colocación de un manguito del tamaño adecuado sobre la piel descubierta del brazo derecho, apoyado de forma tal que la parte media del manguito quede al nivel del corazón. Las mediciones pueden fluctuar y por eso deben tomarse, como mínimo, en tres días diferentes. Cuando las lecturas son más altas de lo normal, se debe calcular el promedio. Los dispositivos para medir la presión arterial, tanto ambulatorios como para uso en el hogar, pueden ayudar a confirmar un diagnóstico de hipertensión.

De la misma forma que con los adultos, el tratamiento para la presión arterial alta en los niños debe comenzar con cambios en el estilo de vida, como actividad física regular y una dieta más saludable, dijo Tran. "Recomendamos cambios dietéticos, como comer más frutas y verduras, y reducir el sodio".

Si se confirma que la presión arterial está excesivamente alta o permanece alta a pesar de cambios en el estilo de vida, pueden ser necesarios medicamentos, dijo Tran.


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