Los estudiantes latinos de escuela preparatoria y universidad echan un vistazo a las carreras médicas
Por Lourdes Medrano, American Heart Association News
Esteban Ríos nunca planeó ir a la universidad, y mucho menos seguir una carrera en medicina. Su abuela plantó la idea en su cabeza.
"Ella realmente me alentó a convertirme en médico, pero yo no me veía a mí mismo como uno", dijo él.
Ríos creció en el valle de San Joaquín, una región predominantemente rural y de gran riqueza agrícola en el centro de California. Él se imaginaba que sería camionero como su padre, un inmigrante mexicano que transportaba cáscaras de almendra a las granjas lecheras para alimentar a los animales. Pero Ríos se matriculó en una pequeña universidad en la región.
Y Ríos pronto cosechó los frutos de esto. Fue seleccionado para un programa de verano de seis semanas en la Universidad de California, Davis, que alienta a los estudiantes de orígenes subrepresentados a ingresar a una carrera médica u otras profesiones de la salud. Convertirse en médico estaba al alcance de Ríos.
Prep Médico es uno entre muchos programas universitarios diseñados para permitir a los estudiantes hispanos y latinos una mirada de primera mano a las carreras de la salud. Uno de sus objetivos es la creación de una fuerza laboral médica más fuerte y diversa que preste mejor servicio a la población latina.
Se estima que el 5.4% de los más de 940,000 médicos practicantes del país se identifican como latinos o hispanos, unos 51,000, según el informe Datos de la fuerza laboral médica estatal del 2021 de la Association of American Medical Colleges, o AAMC por sus siglas en inglés. La comunidad hispana en general constituye cerca del 19% de la población de Estados Unidos, más de 62 millones de personas, según los datos del censo.
Los datos de la AAMC también muestran que las facultades de medicina reportaron un aumento en las solicitudes e inscripciones de estudiantes latinos entre 2014 y el 2021. Pero se espera que el rápido crecimiento de la población hispana aumente la demanda por profesionales del cuidado de la salud, especialmente aquellos que comparten su etnicidad y que pueden hablar español. Alrededor del 22% de los médicos de familia reportaron que proporcionaban atención en español, según un estudio publicado el año pasado en la revista Journal of the American Board of Family Medicine.
Prep Médico, que comenzó en el 2016, y otros programas similares en Estados Unidos, se proponen llenar el vacío.
El programa recluta cada año a unos 40 estudiantes de otras universidades y colegios comunitarias, y les ayuda a prepararse para los rigores de la facultad de medicina, dijo Mercedes Piedra, directora de Prep Médico. Los estudiantes viven en dormitorios, asisten a talleres relacionados con la salud y pasan tiempo con médicos, estudiantes de medicina y otros profesionales de la atención médica.
"También aprenden acerca de las desigualdades estructurales que constantemente han plagado a nuestra población", dijo ella.
Los estudios han mostrado cómo la falta de seguro médico, además de las barreras sociales, económicas, culturales e idiomáticas, pueden influir sobre las desigualdades en la salud. En comparación con la población general, las personas latinas tienen tasas desproporcionadamente altas de factores de riesgo cardiovasculares, como diabetes y presión arterial alta, las cuales pueden resultar en enfermedad cardíaca o accidente cerebral.
Ríos dijo que aprender sobre las disparidades en la salud en las comunidades latinas fue revelador. Presenciar una cirugía a corazón abierto, revisar la presión arterial de los agricultores en el valle Napa y ver a los médicos y estudiantes de medicina atender a los pacientes en una clínica médica gratuita también causó una impresión. "Fue una experiencia increíble, poder hacer todo eso y poder ver los diferentes recursos que se ofrecían a la comunidad latina", dijo él.
Ríos, que ahora tiene 25 años, cuenta con títulos universitarios en biología y filosofía, y con una maestría en ciencias biomédicas. Ahora estudia medicina osteopática en la Facultad de Medicina Osteopática de A.T. Still University, en Arizona. Este campo especializado tiene en cuenta el entorno, la dieta y el bienestar de un paciente al diagnosticar y tratar afecciones médicas. Ríos dijo que él podrá tratar más eficazmente a los pacientes latinos que de lo contrario podrían buscar atención en "curadores" no médicos, los cuales son comunes en la comunidad hispana.
Los cambios demográficos y una población que envejece sólo harán que aumente la demanda por médicos. Los datos de la AAMC prevén un déficit de hasta 124,000 médicos en todo el país para el año 2034.
En Chicago, donde los residentes latinos representan alrededor del 29% de la población de casi 2.7 millones de la ciudad, un programa busca posibles profesionales de la salud antes de que entren a la universidad. UI Health CHAMPIONS, en la Universidad de Illinois en Chicago, recluta estudiantes de escuela preparatoria para "empoderarlos para que sirvan como defensores de la salud de la comunidad", dijo Jennifer Plascencia, coordinadora del programa.
El programa de verano, que comenzó en el 2016, proporciona a 35-45 estudiantes de escuela preparatoria una inmersión tras bambalinas en las complejidades de la salud pública. Más de la mitad del grupo de este año se identificó como hispanos o latinos, dijo Plascencia.
Los talleres educan a los participantes acerca del campo médico y otras carreras relacionadas con la salud, como odontología, enfermería y la ciencia farmacéutica. Los estudiantes también participan en actividades prácticas, como el uso de anatomía y principios del movimiento para revivir a un paciente robótico en un entorno de hospital simulado y la disección de un cadáver para entender la estructura interna del cuerpo humano.
"El programa ha sido un recurso verdaderamente bueno para los estudiantes, quienes quizás sean primera generación y están explorando lo que quieren hacer después de la escuela preparatoria", dijo Plascencia.
La decisión de Ríos de matricular en la universidad lo hizo el primero de su familia en hacerlo. Cuando lo aceptaron en la facultad de medicina en el 2021, no podía esperar para decírselo a su abuela de 80 años durante una visita a Zacatecas, en México, donde ella vive.
"Ella recordó cómo, cuando yo era niño, me alentaba a que me hiciera médico", para que pudiera marcar una diferencia en la salud de las personas. Ríos ahora sabe que está en el camino correcto para hacer exactamente eso. "Quiero ser el tipo de médico que puede ayudar a abordar las disparidades en la salud que afectan a nuestra comunidad", dijo él.