¿Vas para la universidad? Haz todo lo posible por tu salud
Por Michael Merschel, American Heart Association News
Kennedy Lawrence se sentía lista para su primer año en la Universidad de Nebraska-Lincoln. Estaba entusiasmada porque dejaba atrás la escuela preparatoria, estaba ansiosa por probar la libertad y "pensaba que eso sencillamente iba a ser lo máximo en mi vida".
Pensar en su salud quedaba relegado a un segundo plano. Pero unas dos semanas después de mudarse, contrajo un virus. "En ese momento, yo no estaba verdaderamente muy preparada para estar enferma por mí misma", dijo ella.
Las varias veces que se enfermó a lo largo del año con diversas enfermedades similares a la gripe que pasaron por su residencia universitaria no se parecieron en nada a estar enferma en casa. Cuidarse a sí misma significó conseguir comida, lavar ropa y asistir a clases incluso aunque se sintiera malísima. También tuvo que descubrir cómo navegar por el sistema de salud del campus, qué medicina para los resfriados comprar y dónde comprarla.
"Al principio fue un ajuste, definitivamente", dijo Lawrence, que ahora es estudiante de tercer año y quien escribió sobre sus problemas de salud del primer año para la publicación noticiosa del campus.
La Dra. Meredith Hayden, directora médica del departamento de salud y bienestar estudiantil de la Universidad de Virginia en Charlottesville, dice que es normal que los estudiantes entrantes hagan a un lado los temas de salud. "Ellos se concentran más en cosas como, '¿Quién será mi compañero de cuarto? ¿Y cómo combinaremos nuestra ropa de cama?'"
Pero el primer año es un "momento muy trascendental" para la salud, dijo el Dr. Brian Shackleford, médico de planta en el centro de salud para los estudiantes de la Universidad Estatal Agrícola y Técnica de Carolina del Norte, o N.C. A&T, en Greensboro. "El estudiante, por primera vez en su vida, tiene que ser realmente el capitán del cuidado de su salud".
Para ayudar con esa transición, estos son nueve aspectos a tener presente.
1. No esperes a estar enfermo para pensar acerca de estar enfermo
Antes de que la hija de Hayden, que ahora es estudiante de tercer año, se fuera a la universidad, trabajaron juntas en informarse acerca de las opciones de atención médica del campus. Eso significó leer el sitio web, asegurarse de que su hija ingresara la información de contacto en su teléfono y hacer preguntas como, "Si estás enferma, ¿a qué número vas a llamar? ¿Dónde se encuentra la clínica? ¿Cómo vas a llegar ahí? ¿Qué harás si necesitas ayuda tarde en la noche?".
Hayden también recomienda investigar sobre los profesionales del cuidado de la salud del campus y hacer una cita para un examen físico o una visita para familiarizarse con los médicos, como una forma de ayudar al estudiante a navegar por el sistema antes de una crisis médica.
Alguien con afecciones preexistentes debe asegurarse de que sus registros médicos se transfieran por anticipado, dijo Shackleford, quien también es el director médico del programa de estudios para médicos asistentes de N.C. A&T.
2. Abastécete de suministros médicos
Cuando Lawrence se enfermó por primera vez, su mamá le dijo, "'Bueno, toma un descongestionante'. Y para mí fue como, 'no creo que haya traído eso a la universidad'". Como tampoco tenía un vehículo, eso significó levantarse de la cama y caminar hasta la farmacia más cercana. "Así que, sí, hubiera querido traer esas cosas".
La lista de Hayden de suministros médicos básicos para tener a mano incluye antibióticos, vendas adhesivos y jabón para limpiar las heridas; acetaminofén para el dolor e ibuprofeno para combatir la inflamación.
No olvides el termómetro, agregó ella. Los estudiantes a menudo no saben si tienen fiebre, algo que puede ser un detalle clave para determinar el tipo de ayuda que necesitan.
3. Haz estas preguntas antes de salir de casa
Si tomas medicamentos recetados, tendrás que saber cuáles son y cómo surtirlos en una farmacia local, dijo Shackleford.
Muchas veces los estudiantes se encuentran a oscuras respecto a tales procesos, dijo Hayden. Y a menudo ni siquiera saben su propio historial médico. Por eso, deben preguntar a sus padres, "¿Cuáles son mis afecciones de salud pasadas y actuales? ¿He estado hospitalizado alguna vez? ¿Cuál fue el motivo?".
El historial familiar, como por ejemplo si alguien ha padecido de enfermedad cardíaca, es importante pero puede ser un gigantesco espacio en blanco para los estudiantes, dijo ella.
Los estudiantes con un historial de salud complejo deben pedir a sus profesionales médicos un resumen por escrito para compartir con su nuevo equipo de salud, dijo Hayden. Y si has estado trabajando con un especialista al que solo puedes consultar durante los recesos escolares, haz esa cita ahora.
4. Si necesitas ayuda, pídela
Lawrence dijo que, mientras luchaba con los resfriados y la gripe durante su primer año, tuvo que visitar regularmente el centro de salud de su campus. "Pienso que ellos realmente me ayudaron a sobrellevar la situación", dijo ella.
Conseguir ayuda desde temprano es la idea correcta, dijo Hayden. "De esa manera, puedes abordar estas cosas de frente, y con suerte, volver lo más pronto posible a la vida universitaria".
Muchos centros de salud estudiantiles aspiran a ser más que clínicas de atención urgente, dijo Shackleford. "Queremos asegurarnos de que estamos ayudando a que aprendas cómo estar saludable durante los cuatro años que pasas en el campus", dijo él. Eso significa aprender sobre la importancia de la atención preventiva. "Y si no sabes sobre eso, ven a hablar con nosotros y te enseñaremos qué es".
5. Comer bien
En un campus universitario, comer saludablemente puede ser un desafío. El "Freshman 15", lo que le llaman a las 15 libras de peso que aumenta el estudiante de primer año, quizás puede ser algo de mito, pero hay estudios que sugieren que los estudiantes universitarios aumentan como promedio de 3 a 4 libras durante el primer año.
Es fácil ver por qué. El comedor principal de Lawrence era una experiencia del tipo 'todo lo que puedas comer', y la alternativa fácil era la comida rápida para llevar. Depender solo de mí, dijo ella, significó que "nadie me diría no. Así que, pienso que fue realmente un desafío tener que ponerme límites a mí misma por primera vez y tomar las riendas de mi alimentación saludable".
Ese es un entendimiento importante, dijo Shackleford. "Tienes que ver lo que hay en tu cafetería y tienes que elegir pensando en tu salud". El hecho que puedas comer hamburguesas y papas fritas en cada comida no quiere decir que debas hacerlo, dijo él.
Lawrence dijo que fue más fácil hacer elecciones saludables cuando pudo comenzar a cocinar ella misma. También se hizo el propósito de no centrar su estilo de vida en la comida rápida. "Pienso que todos llegan a un punto en el cual eso es demasiado para ellos, y tratan de cambiar", dijo ella.
6. Sal a hacer ejercicio
Para Lawrence, redefinir su rutina para mantenerse en buena forma física representó otro desafío. Ella bailaba en la escuela secundaria y estar en la universidad significó que "pasé de hacer ejercicios todos los días a no hacer ninguno".
Los estudiantes de primer año a menudo terminan desconectados de sus rutinas de fitness de la escuela secundaria, dijo Shackleford. Pero los estudios muestran que el bienestar general de un estudiante puede mejorar cuando se mantiene físicamente activo, dijo él. "Es algo extremadamente importante para mantener la salud".
Las cuotas estudiantiles a menudo cubren el acceso al gimnasio del campus, dijo él, así que es mejor que aproveches.
Lawrence al principio se mantenía activa con caminatas regulares alrededor de su campus, pero luego descubrió que le gustaba participar en clases de ejercicios.
7. Presta atención a la salud mental y participa
Shackleford tiene en su oficina un póster con el mensaje, "Trátate bien". Para algunos, eso podría significar meditación u oración. También podría significar jugar baloncesto o escuchar música. "Necesitas dedicar un tiempo a relajarte, para asegurarte de que haces eso que te mantiene siendo quien eres", dijo él.
Ambos médicos enfatizaron la importancia de establecer conexiones sociales. "Esto verdaderamente fomenta tu resiliencia", dijo Hayden. También crea redes que pueden apoyarte cuando lo necesitas.
Ella exhorta a los estudiantes a "que salgan un poco y digan sí a nuevas experiencias, aunque estén ligeramente fuera de su zona de comodidad", para encontrar "ese algo que les va a sostener fuera de lo académico".
8. Diviértete, con seguridad
En comparación con la escuela secundaria, la vida universitaria no está estructurada. Pero "nuestros cuerpos necesitan horarios regulares", dijo Hayden. "En la medida de lo posible, adherirte a una especie de horario regular para las necesidades básicas te servirá de mucho".
Eso significa regularidad en las horas de acostarte y levantarte, un horario regular para comidas y tiempo para mantenerte activo y socializar, dijo ella.
Especialmente cuando se enferman, Hayden les dice a los estudiantes: "Ahora es el momento en que quiero que vivas como si tu mamá cuidara de ti. Come lo que a ella le gustaría que comieras. Duerme como a ella le gustaría que durmieras".
Por supuesto, mamá no te está velando. "Sería un descuidado de mi parte decir que la gente no va a explorar su libertad en la universidad", dijo Shackleford. Y muchos estudiantes se sienten presionados por sus compañeros a participar en actividades no saludables.
Su consejo: Sé auténtico y crea un círculo de amigos quienes te ayudarán a mantenerte a salvo.
Y aunque muchos estudiantes se involucran en peligrosos excesos alcohólicos y en otras actividades no saludables, Hayden les recuerda a los estudiantes de primer año que los "comportamientos atípicos" no son la norma. "Y tratamos de recordarles esto a menudo, de forma que vean que la norma es que los estudiantes vienen aquí con un objetivo, y el objetivo será más fácil de alcanzar si prestas atención" a los comportamientos saludables.
9. Tienes espacio para encontrar respuestas
Los estudiantes de primer año tienen mucho que aprender, dijo Shackleford. "Es casi como si un águila bebé fuera arrojado del nido y luego se le pidiera que volara". Pero el sistema de salud está ahí para ayudar, dijo él.
La universidad proporciona un amortiguador que otros no siempre reciben, dijo Hayden, quien comparó esto a tener ruedas de entrenamiento para el autocuidado.
"Sí, es una gran transición", dijo ella. "Pero es una transición que puede manejarse con un poco de buena planificación. De esto se trata la universidad, ¿no es cierto? De tener este tiempo y espacio para crecer y aprender".