El corazón 'siempre está trabajando'. Ella también, estudiándolo para ayudar a los niños.
Por Genaro C. Armas, American Heart Association News
Paula Nieto-Morales recuerda las miradas de sorpresa en los rostros de sus padres cuando les dijo que quería ser una neonatóloga. Ella tenía 5 años.
"¡Era tan pequeña! Y ellos preguntaron, '¿Dónde aprendiste esa palabra?'", dijo Nieto-Morales, quien nació y se crio en Colombia.
Ella probablemente la captó mientras veía televisión, mayormente documentales sobre naturaleza y medicina. En la pantalla habían aparecido imágenes de bebés y la palabra "neonatólogo", un médico que se especializa en la atención de bebés prematuros o con trastornos congénitos.
Nieto-Morales era hija de médicos y toda su vida había tenido interés en aprender sobre los recién nacidos y la ciencia. Esto prosiguió durante el tiempo que pasó en University of the Cumberlands en Williamsburg, Kentucky, y ahora que busca su doctorado en ciencias biomédicas en la Facultad de Medicina de Florida State University, o FSU, en Tallahassee.
En FSU, Nieto-Morales estudia las enfermedades del músculo cardíaco, o cardiomiopatías. Esto la ha inspirado a seguir una carrera en cardiología pediátrica.
"Siempre he sentido fascinación por el corazón y el hecho de que nunca se detiene", dijo ella. "Siempre está trabajando", igual que Nieto-Morales, quien de forma similar siempre busca explorar nuevas ideas y oportunidades.
En 2013, a los 16 años, se mudó sola a Estados Unidos después de ganar dos becas, una de ellas para jugar tenis universitario.
Después de graduarse en 2018 con licenciaturas en química y biología, se mudó a Atlanta para trabajar como contratista con la División de Preparación e Infecciones Emergentes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, o los CDC.
El campus de los CDC está a unos cinco minutos caminando de la Facultad de Medicina de Emory University. Pronto después de llegar a Atlanta, ella se puso en contacto con Emory para informarse sobre su facultad de medicina. Nieto-Morales se comunicó con el Dr. David Elwood, quien la invitó a formar parte de un programa de hospital que incluía visitas con los pacientes y la observación del primer caso de cirugía del día.
Nieto-Morales no dejó pasar esa oportunidad de unirse a los médicos residentes y tratantes. Los escuchaba hablar sobre los casos y hacía muchas preguntas. De ella dependía encontrar el tiempo para eso, así que llegaba alrededor de las 6 a.m. y se iba a tiempo para llegar a los CDC tres horas más tarde.
"A algunos de esos médicos les encanta enseñar", dijo Nieto-Morales, que considera a Elwood como un mentor. "Ellos están acostumbrados a tener muchos estudiantes de medicina, y probablemente por eso todos pensaron que yo también era estudiante de medicina".
Entonces, en 2020, azotó la pandemia del COVID-19. Las instalaciones médicas del país necesitaban desesperadamente trabajadores de atención médica. Su contrato con los CDC llegaba a su fin y Nieto-Morales tenía dos ofertas de empleo: trabajar en Emory como técnica de laboratorio o ser una contratista científica de laboratorio clínico con el Equipo de Respuesta Global ante el COVID de los CDC.
El puesto en los CDC la llevaría al Departamento Estatal de Salud de Oklahoma durante nueve meses para apoyar las capacidades de pruebas. Unirse a Emory significaba, en momentos de incertidumbre, permanecer en un entorno que le era familiar y que la acercaba más a la facultad de medicina.
Nieto-Morales decidió viajar rumbo oeste, sintiendo que era su deber dar el paso al frente ante la crisis. Al terminar su labor ahí, se sentía preparada para seguir una carrera en investigación y medicina. En agosto de 2021, ella comenzó el programa de doctorado en FSU, donde trabaja en el laboratorio del Dr. José Pinto, profesor en ciencias biomédicas, que, junto con su colega, el Dr. P. Bryant Chase, es mentor de Nieto-Morales.
"Ella es el tipo de estudiante que se destaca ante los desafíos y que constantemente busca nuevas oportunidades para aprender y desarrollarse", dijo Pinto. "Tienes que seguir dándole tareas y proyectos porque ella siempre está dispuesta a hacerse cargo de más y poner a prueba sus límites".
La ruta centrada en la investigación de Nieto-Morales hacia la facultad de medicina no es típica, pero todo va de acuerdo a su plan. Marcha por buen camino para terminar su programa de doctorado en la primavera de 2026 y tiene planes de comenzar en la facultad de medicina ese otoño. Ella describió su meta como convertirse en una "cardióloga pediátrica médica-científica que lleva a cabo investigaciones del laboratorio a la práctica y que atiende a niños diagnosticados con enfermedad cardíaca".
Nieto-Morales ha trabajado de forma voluntaria como técnica de ultrasonido para confirmar latidos cardíacos fetales y embarazos intrauterinos en un centro para mujeres embarazadas que atiende a poblaciones de recursos insuficientes. También es becaria en la National Hispanic Latino Cardiovascular Collaborative de la American Heart Association, un programa de tutoría que promueve el tratamiento y la prevención de enfermedad cardiovascular y derrame cerebral dentro de la comunidad hispana. Pinto la animó a postularse, dijo ella.
"Él no es médico, pero habla con los pacientes a menudo, y yo pienso que no es común que un investigador de ciencia básica se preocupe tanto por los pacientes", dijo ella. "Pienso que por eso hacemos una buena combinación. Él capta la idea general".
Nieto-Morales es una ávida corredora y entrena para un ultramaratón. Le encanta viajar y recientemente aprendió nuevas técnicas de investigación en un laboratorio del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam, en los Países Bajos. Este verano, también pasó tiempo realizando una pasantía en investigación clínica en una compañía biotecnológica en San Francisco.
"Paula quiere armar el paquete completo como médica", dijo Pinto. "Su meta es ser capaz de ayudar a todos, de marcar una diferencia en las vidas de sus futuros pacientes".