Los efectos del clima frío en el cuerpo y cómo protegerte este invierno

Por Laura Williamson, American Heart Association News

(VukasS/E+ a través de Getty Images)
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Ahora que están bajando las temperaturas, súbete el cierre del abrigo, ponte la gorra y los guantes, y ten en cuenta que tanto estás expuesto a los elementos, especialmente si eres un adulto mayor o tienes una afección cardiovascular subyacente.

Los expertos en salud advierten que el frío extremo –o incluso la exposición prolongada a las temperaturas normales del invierno– puede afectar el corazón, el cerebro y otros órganos vitales.

"Todos y cada uno de los sistemas del cuerpo pueden verse afectados", dijo el Dr. Haitham Khraishah, cardiólogo preventivo en University Hospitals Harrington Heart & Vascular Institute y profesor adjunto de medicina en Case Western Reserve University, en Cleveland.

Cómo el cuerpo pierde calor

Cuando el cuerpo resulta expuesto al frío, puede perder calor más rápidamente de lo que lo produce. Con el tiempo, el cuerpo usa la energía que tiene almacenada, y la temperatura corporal comienza a descender. La exposición prolongada al frío puede conducir a hipotermia, congelación y otros problemas –especialmente si la temperatura interna del cuerpo desciende a menos de 95 grados Fahrenheit.

El cuerpo puede perder calor de múltiples formas, dijo Khraishah.

Aproximadamente el 60% de la pérdida de calor ocurre a través de la radiación: el calor simplemente sale por irradiación del cuerpo al aire circundante. El cuerpo también puede perder calor mediante conducción y convección, que suceden cuando una persona toca un objeto frío, como el volante de un vehículo, o cuando el viento frío toca el cuerpo. El calor también puede salir del cuerpo a través de la evaporación, como cuando alguien suda al correr, palear nieve o realizar algún otro tipo de esfuerzo bajo temperaturas frías.

Las personas también pueden perder calor al inhalar aire frío y exhalar aire caliente y húmedo, dijo el Dr. E. John Wipfler III, profesor clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Illinois y médico tratante de emergencia en OSF Healthcare St Francis Medical Center, en Peoria.

El simple hecho de respirar requiere una buena cantidad de energía térmica para calentar el aire frío que se lleva a los pulmones, dijo él.

El frío y el sistema cardiovascular

Cuando la temperatura del aire baja, los vasos sanguíneos se contraen para prevenir la pérdida de calor y para mantener más sangre alrededor de las partes más importantes del cuerpo.

"Nuestro cuerpo tiene la misión de preservar los órganos vitales", dijo Khraishah. "La sangre se mueve desde la periferia hacia esta área y por eso es que los dedos de las manos y de los pies se enfrían".

Pero esto aumenta la presión arterial, y la presión arterial alta puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral, especialmente en personas que ya enfrentan grandes riesgos cardiovasculares. El frío extremo también puede causar que la sangre se espese y sea más propensa a la creación de coágulos, lo cual a su vez aumenta el riesgo de ataque cardíaco y derrame cerebral.

Khraishah publicó un artículo en la revista Stroke el año pasado que encontró que las temperaturas extremas, tanto calientes como frías, aumentan el riesgo de morir debido a un derrame cerebral. Otros estudios han mostrado un mayor riesgo de muerte a causa de múltiples afecciones cardiovasculares –especialmente la insuficiencia cardíaca– durante períodos de frío extremo. También se ha observado un aumento de las hospitalizaciones debido a ataques cardíacos luego de rachas de temperaturas frías.

El frío y el sistema respiratorio

Las personas con asma, enfermedad pulmonar crónica u otras afecciones o enfermedades respiratorias tienen mayor riesgo cuando las temperaturas descienden, porque el aire frío y seco irrita las vías respiratorias, dijo Khraishah. Esto conduce a mayor inflamación y hace que los músculos alrededor de las vías respiratorias se contraigan, lo cual puede causar respiración sibilante, tos, falta de aire o una sensación de ardor en el pecho, especialmente al realizar esfuerzos.

Susceptibilidad a enfermedad

De forma general, el tiempo frío puede hacer que las personas sean más susceptibles a enfermarse, dijo Wipfler.

"En tiempos de frío, la gente tiende a congregarse en interiores, en entornos más congestionados, algo que facilita la propagación de gérmenes", dijo él. Es más, ciertos virus pueden sobrevivir mejor en el frío, y el sistema inmunológico humano podría perder parte de su efectividad.

El aire frío y seco "podría resecar las membranas mucosas que cubren la nariz, la boca y la garganta", dijo Khraishah. "Si resultas expuesto a virus o bacterias, esos organismos pueden quedar atrapados en esas membranas, por lo cual pierdes tu línea base de defensa".

La hipotermia y el cerebro

La constricción de los vasos sanguíneos debido al frío puede afectar la función cognitiva, dijo Wipfler.

Esto es especialmente un problema si llegara a ocurrir hipotermia, que sucede cuando la temperatura corporal interna desciende a menos de 95 grados Fahrenheit. La hipotermia puede ser causada por la exposición al frío extremo o puede ocurrir durante temperaturas menos frías si el cuerpo se enfría debido a la lluvia, al sudor o a estar en agua fría.

Las señales de advertencia de la hipotermia incluyen escalofríos, confusión, habla mal articulada, respiración lenta, pérdida de la memoria, somnolencia, agotamiento, cara inflamada o hinchada y piel pálida. Los bebés con hipotermia pueden tener la piel roja y brillante, y muy poca energía.

La hipotermia es una emergencia médica, y nunca se deben ignorar las señales de advertencia temprana, como los escalofríos, dijo Wipfler.

"Una vez que dejas de temblar, tus probabilidades de mejorar por ti mismo se evaporaron", dijo él. Llegado ese momento, el cerebro deja de trabajar adecuadamente y las personas no son capaces de tomar decisiones lógicas. "Una de las últimas cosas que las personas hacen con una hipotermia grave es que pueden comenzar a pensar que tienen demasiado calor y se quitan la ropa".

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomienda buscar ayuda médica inmediata para la hipotermia. Si la misma no está disponible, se debe restaurar el calor corporal llevando a la persona a una habitación o refugio caliente, retirando la ropa mojada, calentando el pecho, el cuello, la cabeza y la zona de la ingle con mantas, toallas o sábanas y proporcionándole bebidas calientes, pero sin alcohol.

Congelación

La exposición prolongada al frío, cuando fluye menos sangre a las extremidades, también puede causar congelación. Las personas con mala circulación de la sangre corren mayor riesgo. Las señales de advertencia incluyen entumecimiento, piel pálida o cerosa, enrojecimiento o dolor.

Si esto ocurre, los CDC recomiendan salir del frío e ir a un lugar más cálido. Se debe evitar frotar el área congelada o caminar si los pies o los dedos de los pies están congelados, porque esto puede causar más daño. En vez de eso, pon las áreas congeladas en agua tibia, no caliente. Si eso no es posible, usa el calor corporal de otras partes del cuerpo para calentar el área, por ejemplo, colocando las manos o dedos congelados en la axila. No uses almohadillas térmicas ni el calor de una estufa, ya que las áreas afectadas se pueden quemar fácilmente.

Quiénes son los más vulnerables

Los más ancianos y los muy pequeños son más vulnerables al frío que las personas de otros grupos de edades, dijo Wipfler.

Los adultos mayores pueden tener enfermedades crónicas, como la diabetes, las cuales impiden un adecuado flujo sanguíneo, o podrían tomar medicamentos que les dificulten mantenerse calientes. Los problemas de memoria pueden impedir que las personas recuerden vestirse adecuadamente para el frío, y los problemas de tiroides pueden hacer que sea más difícil para el cuerpo regular adecuadamente su temperatura.

"Las personas que tienen una edad muy avanzada también tienen la desventaja de ser menos capaces de tener escalofríos y de generar calor debido a su menor masa muscular", dijo Wipfler. "Y los muy jóvenes no tienen la capacidad mental para comunicarse bien ni la posibilidad de cambiar su entorno. Además, los niños tienen una superficie corporal más grande en relación con su masa corporal, y por tanto una mayor probabilidad de hipotermia y otras lesiones debidas al frío".

Cómo mantenerte caliente

Wipfler dice que el primer paso para prevenir los daños causados por el frío es usar la ropa adecuada, especialmente al estar al aire libre durante un largo período de tiempo. "Vístete según la temperatura y no te expongas a los elementos sin estar preparado. Asegúrate de que no quede piel descubierta. No olvides cubrirte el cuello y usar gorro y guantes, no solo una chaqueta".

Mantenerte activo mientras estás en el frío ayuda a generar calor corporal, pero el esfuerzo excesivo puede ser contraproducente, dijo Khraishah. "Evita la actividad física excesiva porque sudarás y perderás calor".

Khraishah sugirió el uso de mantas o cobijas adicionales para mantener el calor, pero no mantas eléctricas, las cuales son un peligro de incendio.

Wipfler dijo que las bebidas calientes pueden ayudar a las personas a mantenerse calientes al aire libre, pero que se debe evitar el alcohol. "Puede ser que te sientas más caliente, pero el alcohol dilata los vasos sanguíneos y hace que orines más, de forma que te deshidratas. Además, el alcohol interfiere con la capacidad de pensar con claridad".

También debe evitarse fumar, dijo él.

Si te ves expuesto al frío o al viento, Wipfler sugiere buscar abrigo detrás de algo que pudiera bloquear el viento o mantenerte activo para calentarte. "Si no tienes la ropa adecuada y no puedes llegar a un lugar más cálido, trata de generar calor", dijo él. "Da saltos para crear energía térmica".

Tiritar es otra forma de generar calor, dijo Wipfler. "La principal razón de los escalofríos es que el cerebro detecta que te estás enfriando y envía una señal al cuerpo para aumentar la adrenalina. Puedes hacerte tiritar apretando tus músculos repetidamente y esto aumenta la temperatura corporal porque en esta actividad muscular se utiliza energía".

Y no dependas del termómetro para señalar cuando el clima frío es demasiado frío, dijo Khraishah. Por ejemplo, a las personas que están acostumbradas a vivir en regiones más frías puede irles mejor que a aquellas que viven en climas más cálidos y resultan expuestas súbitamente al frío.

"A lo que tu cuerpo está acostumbrado en comparación con lo que está enfrentando es más importante que un número mágico", dijo él. "Lo que es frío en Arizona es templado en Cleveland".


Artículos de la American Heart Association News

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