Vinculan la dieta estilo mediterránea a una mejor salud cerebral en hispanos y latinos mayores

Por Laura Williamson, American Heart Association News

Hispanolistic/E+ a través de Getty Images
(Hispanolistic/E+ a través de Getty Images)

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La adherencia a un patrón de alimentación estilo mediterráneo podría ayudar a los adultos hispanos y latinos a fortalecer las conexiones de los tejidos en sus cerebros, con beneficios para su salud cerebral en general y potencialmente contribuyendo a mejores resultados cognitivos, sugiere una nueva investigación.

El mayor beneficio para la salud cerebral proviene de comer granos enteros y pescado, según los hallazgos, que se presentarán el jueves en la Conferencia Internacional sobre Derrame Cerebral de la American Stroke Association, en Los Ángeles. La investigación se considera preliminar hasta que se publiquen los resultados completos en una revista científica evaluada por pares.

"Otros estudios han mostrado que la adherencia a la dieta mediterránea está relacionada con la preservación de la salud cerebral, pero estos estudios han examinado principalmente a las personas de raza blanca", dijo la Dra. Gabriela Trifan, investigadora principal del nuevo estudio y profesora adjunta de neurología en la Universidad de Illinois Chicago. "Nuestro estudio es el primero que se enfoca en las personas hispanas y latinas que viven en Estados Unidos, una población en crecimiento con gran riesgo de enfermedad cardiovascular y demencia".

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 1 de cada 10 adultos mayores de 45 años en Estados Unidos sufre de deterioro cognitivo y empeoramiento de la memoria. La tasa es incluso más alta –11.4%– entre los adultos hispanos. Junto con los adultos de raza negra en Estados Unidos, se espera que este grupo experimente el mayor aumento en la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, durante las próximas décadas.

Una investigación anterior realizada por Trifan y su equipo mostró que consumir una dieta mediterránea culturalmente adaptada podría reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer y deterior cognitivo en los adultos hispanos y latinos de mediana edad. En el nuevo estudio, los investigadores indagaron más a fondo en los mecanismos involucrados, explorando el vínculo entre la dieta y la integridad del tejido, lo que incluye conexiones entre las células del cerebro, conocidas como materia blanca, así como la importancia del papel de la salud cardiovascular.

Los investigadores pidieron a 2,774 participantes en el Estudio de Latinos-Investigación de Envejecimiento Neurocognitivo-Estudio Complementario con MRI que recordaran lo que habían comido en las últimas 24 horas, y después calcularon con una puntuación de 0 a 9 qué tan bien se adherían las comidas a la dieta mediterránea. Este estilo de alimentación enfatiza frutas, verduras, granos enteros, frijoles, nueces y semillas, así como cantidades moderadas de productos lácteos, pescado y aves, con muy poca carne roja o alimentos procesados. La fuente principal de grasas es el aceite de oliva, que se usa para cocinar.

Después de unos 10 años de seguimiento, se usaron escaneos cerebrales para medir la integridad y el volumen de la materia blanca de los participantes, que se consideran indicadores de la fortaleza de las conexiones en el cerebro que le permiten comunicarse y funcionar eficazmente. También se evaluó la salud cardiovascular basada en la adherencia a un conjunto de comportamientos y factores de salud que incluyeron hacer ejercicio regularmente, comer una dieta saludable, no fumar, mantener un peso saludable y mantener la presión arterial, la glucosa en la sangre y el colesterol dentro de un rango saludable. Los participantes, que tenían una edad promedio de 64 años, recibieron una puntuación entre 0 y 14 evaluando el grado de adherencia a estos indicadores de la salud cardíaca.

Los participantes recibieron una puntuación promedio de 5 en adherencia a la dieta mediterránea y de 7.1 por la salud cardiovascular. Las puntuaciones más altas en la dieta se relacionaron con una mejor preservación de la integridad y el volumen de la materia blanca y con menor evidencia de daño estructural al cerebro.

Las puntuaciones más altas en salud cardiovascular explican en parte, pero no en su totalidad, las mejores protecciones de la materia blanca, lo que sugiere que los beneficios de comer una dieta mediterránea van más allá de su capacidad para mejorar la salud cardíaca.

"Esto nos dice que comer una dieta mediterránea no solo mejora la cognición al mejorar la salud cardíaca, sino que también podría realmente realizar cambios importantes en el cerebro", dijo la Dra. Andreana Benítez, profesora adjunta de neurología en la Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston. Ella no participó en la investigación.

Benítez dijo que estudiar una población con mayor riesgo de deterioro cognitivo fue uno de los puntos fuertes del estudio y un paso importante hacia una mejor prevención. "Esto ayuda a identificar una forma en que podemos mitigar estos riesgos en los años venideros", dijo ella.

La adaptación cultural de la dieta mediterránea de forma que sea más atractiva para los adultos hispanos y latinos podría resultar ser beneficiosa al reducir el deterioro cognitivo, dijo la Dra. Sandra Billinger, profesora del departamento de neurología en el Centro Médico de la Universidad de Kansas Medical Center en Kansas City.

Ella sugirió que la investigación futura podría estudiar más de cerca la fortaleza de los componentes dietéticos individuales, pero dijo que enfocarse en este segmento de la población de Estados Unidos era un paso muy necesario.

"Históricamente, este grupo de adultos está subrepresentado en los estudios", dijo Billinger, quien no participó en el estudio. "Para nosotros es verdaderamente importante alcanzar un entendimiento de cómo la dieta influye sobre la salud cerebral en esta población. Va a impulsar darle un impulso a este campo".


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